•    El estudio universitario por sus propios méritos   

    Christian,

    recientemente oí decir a un rector de universidad, quien con frecuencia dicta conferencias a un público general, menospreciar la idea de que la educación puede ser “vendida” a los estudiantes, con el argumento de que el conocimiento debería ser buscado por sus propios méritos. Aristóteles observó, hace muchos siglos, que “todos los hombres desean por naturaleza saber”. Si esto es verdadero, implica una búsqueda que dura toda una vida, incluso siglos de búsqueda, porque el conocimiento pocas veces, quizá nunca, es perfecto.

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  •    ¡Ay de mí!—Traduciendo a von Humboldt, Alejandro   

    Cosmos o ensayo de una descripción física del mundo es la obra magna de Alejandro von Humboldt. La publicó en la última década de su vida y no sólo por este magnífico intento de presentar, en una visión integral, la unidad en la diversidad que caracteriza a la naturaleza, se le considera el fundador de la geografía científica.  Read the rest of this entry »

  •    Bogotá y otras grandes ciudades en 3000 años de historia   

    ¿Cuál es la población histórica de una ciudad? Esta pregunta es muy difícil de responder. Por un lado, no es del todo claro qué es una ciudad y por lo tanto cuál es su extensión. Por ejemplo, París no cambió sus límites administrativos desde 1860, cuando tuvo 1.3 millones de habitantes; hoy apenas tiene 2.2 millones, lo mismo que en 1875. Pero el área metropolitana (la “Gran París”) tiene cerca de 12 millones.

    Incluso si se usa un concepto flexible de “ciudad”, para los tiempos históricos los datos son escasos y contradictorios. Así, una pregunta aparentemente ingenua como “¿Cuántos habitantes tuvo Bogotá en la época de Doña Inés de Hinojosa?” se resiste a ser fácilmente resuelta por vía internet; hay que acudir a los clásicos, en este caso Chandler y Fox, 3.000 Years of Urban Growth. Read the rest of this entry »

  •    Pasado y presente en la verdad filosófica   

    “En la ciencia, la verdad y el error se relacionan como el presente y el pasado”. Cuando leí esta frase revisando una antología de ensayos de Georg Simmel, filósofo y uno de los padres de la sociología alemana, me causó una agradable impresión. La elegancia de la idea es inmejorable. Una excelente primera frase para una introducción. Pero… ¡un momento!… ¿qué hace la ciencia en este ensayo “Sobre la historia de la filosofía”? Intrigado, seguí leyendo. Read the rest of this entry »

  •    Tomás Moro y su respuesta a Lutero   

    La fama eterna de Tomás Moro se debe a un más bien breve libro, la Utopía. Es una lectura obligada para los humanistas y forma parte de muchos cánones, oficiales como inoficiales. De la lectura de la Utopía uno podría deducir que Moro se oponía a la pena de muerte, defendía a los pobres y creía que la religión es fuente de armonía social. Pero la Utopía es un libro breve. Mucho más extensos son sus escritos en defensa de lo que consideraba la verdadera religión (la católica). De la lectura de estos textos emerge un Tomás Moro radicalmente diferente. De hecho, algunos de estos escritos le han ganado la no despreciable fama (secreta) de haber escrito el latín más vulgar de la historia de Occidente.

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  •    Trashumancias en la Real Academia   

    Estaba escribiendo una frase y de pronto una palabra se apoderó de mi mente, y me decía: “yo soy la palabra que necesitas ¡ahora! – trashumante…” Pero no siendo yo trashumante (¿o sí?), no me sentía inmediatamente capacitado para usarla sin averiguaciones adicionales. ¿Quizá significaba algo completamente diferente? ¿Un tejado de choza por el cual sale el humo del carbón de palo de la rudimentaria cocina – tras-humeante? Sólo había una manera de obtener certeza: acudir a la infalible Real Academia. Read the rest of this entry »

  •    Sobre la utilidad de los manuales de derecho indiano   

    En estos días estuve leyendo de nuevo El carnero de Rodríguez Freile, conocido por sus jugosas crónicas rojas de los primeros cien años de existencia de las ciudades de Bogotá y Tunja. A la usanza de la época, el autor culpa a “la mujer” y a “la hermosura” de ser la causa de cuanto crimen y desorden haya sucedido. Así, es fácil leer el librito buscando el deleite del escándalo. Pero, como he notado, es útil consultar el Manual de historia del derecho indiano de Antonio Dougnac Rodríguez para refrescar la memoria sobre el significado de los títulos coloniales. Conociendo mejor quién es quién en El carnero, el escándalo es paulatinamente reemplazado por una comprensión más profunda del texto. Veamos. Read the rest of this entry »

  •    Panem et circenses   

    Mi hija tiene un estante lleno de libros y yo tengo un estante lleno de libros, pero no logramos concordar en autores ni en obras. Al menos hasta hace poco, cuando por recomendación de una amiga (¡gracias Carola!) compré el primero de los tres volúmenes de la serie The Hunger Games (Los juegos del hambre) de Suzanne Collins. Estaba en mi mesa, listo para ser empacado como regalo de navidad, cuando decidí ojear las primeras páginas. Unas cuatro horas después había terminado el libro y decidido comprar los otros dos volúmenes. Desde La naranja mecánica no había leído un libro tan inquietante. Read the rest of this entry »

  •    Cronopio con melancolía biográfica   

    En los pasados doce meses he leído más biografías que en toda mi vida anterior. Y he notado un efecto que me sorprende: las biografías me generan una cierta melancolía. Entre ayer y hoy, por ejemplo, he leído dos biografías de Julio Cortázar y no me siento del todo bien. Read the rest of this entry »

  •    Defoe y Swift: Vidas paralelas   

    En la geometría, y dicho de manera poco precisa, se llama “paralelas” a dos líneas rectas cuyas extensiones hacia el infinito no se cruzan en ningún punto. Algo similar se puede afirmar de las vidas de Daniel Defoe y de Jonathan Swift que parecen no haberse cruzado, lo que constituye un hecho lo más de curioso. Read the rest of this entry »