•    “Los estudios sirven para el deleite, el adorno y la habilidad.”   

    Este blog es sobre las artes liberales. En realidad, debería tener una página al menos en la cual expusiera mis ideas sobre las artes liberales, o al menos dar una definición. En cambio, voy a remitirme sin pudor a los clásicos. Francis Bacon escribió una colección célebre de ensayos que incluye uno “sobre los estudios”. El estilo es claro, cadencioso y categórico. En él se encuentra mucho de lo que los humanistas ilustrados entienden por las artes liberales: estudios que forman hábitos liberadores. El siguiente texto es mi traducción del ensayo. Read the rest of this entry »

  •    Homenaje al periodismo cultural   

    Parece existir un cierto consenso que el periodismo especializado debe ser escrito por especialistas: el económico por economistas, el político por politólogos, el científico por científicos, la sección de salud por personas saludables y la sección de farándula por vanidosos. ¿Quién debería, entonces, asumir la tarea del periodismo cultural? Read the rest of this entry »

  •    Tres vidas de Francis Bacon   

    El último mes estuve revisando tres biografías sobre Francis Bacon, el filósofo, naturalista y político renacentista inglés del siglo XVII. Bacon, cuya fama universal se basa en el Novum Organon o Indicaciones relativas a la interpretación de la naturaleza, de 1620, fue el primer filósofo de la ciencia moderno; es decir, el primero en tratar de reorganizar todo el conocimiento sobre la naturaleza con base en la observación y el experimento. Pero también fue un importante filósofo moral y abogado, cuya carrera pública lo llevó al más alto cargo civil de su época, la Cancillería del Reino. Bacon, entonces, era un hombre renacentista por excelencia, ciudadano del mundo de las ideas como del mundo de las cuestiones prácticas. Read the rest of this entry »

  •    Mi naranja mecánica   

    Si bien me acuerdo, vi la película de Stanley Kubrick, La naranja mecánica, por primera vez a los 18 años. Debió ser en un ciclo de cine cultural, porque la película había sido estrenada en Londres nueve años antes, causando un escándalo instantáneo. Pero también es posible que la película haya tardado casi un decenio en llegar a Bogotá. En esas épocas, las películas y las traducciones se podían demorar un buen tiempo; ahora, en el nuevo milenio globalizado, sólo las traducciones llegan tarde a la Atenas suramericana, cuyo amor por las antigüedades es conocida.

    En todo caso, la película ya era legendaria cuando por fin llegué a la edad necesaria para verla. Read the rest of this entry »

  •    Sobre cómo convertirse en “apóstata” de la Real Academia   

    Escribiendo mi introducción a un fragmento de La naranja mecánica, de Anthony Burgess, sentí la necesidad de usar la palabra “apóstata”. Es una palabra interesante: suena como pocas otras palabras, su uso contemporáneo es irregular y escaso, evoca lejanamente la acción de brindar por la salud de un amigo y rima con “próstata” (lo que es, sin embargo, uno de sus méritos menores). Read the rest of this entry »

  •    Lewis: Anthony Burgess   

    Lewis, Roger. Anthony Burgess. London: Faber and Faber, 2002. 434 páginas.

    Comencé hoy la lectura de mi “biografía introductoria de rigor”, con este libro. Traté de leer el prólogo y el primer capítulo, y después miré furtivamente otros capítulos. Finalmente, cerré el libro y opté por escribir este breve comentario.

    ¿Qué se puede decir de este libro? Lo primero que se me ocurrió es que se trata de un extenso ejercicio en nombrar personas famosas, libros famosos, ocasiones famosas, etc., Read the rest of this entry »

  •    Ackroyd: The life of Thomas More   

    Ackroyd, Peter. The Life of Thomas More. London: Chatto & Windus, 1998.

    Si la biografía de Tomás Moro de Kenny es breve, esta es extensa: 435 páginas. Sus 33 capítulos, ordenados cronológicamente, describen la vida y las circunstancias de Moro en vívido detalle. Una de las características más interesantes de este libro es su uso constante de citas de escritos de More y de sus contemporáneos, en inglés antiguo. Esto, junto con su estilo ameno, logra crear una imagen realista y cercana de More. Muchos de los títulos de los capítulos son citas; así por ejemplo, el capítulo sobre la controversia entre Martín Lutero y Moro se llama “Yo soy como mierda madura” (I am like ripe shit), célebre frase con la que Lutero se describió en alguna ocasión; el capítulo sobre la ejecución de Moro se llama “El Rey es bondadoso conmigo” (The King is good unto me). Read the rest of this entry »

  •    Sobre la traducción de Bellamy: Looking Backwards   

    En un mensaje anterior he incluido mi traducción de un fragmento de Looking Backwards de Edward Bellamy. ¿Porqué habré hecho tal cosa si hay traducciones del texto, por lo menos una de ellas disponible en red? Esa es una buena pregunta, y yo mismo me la hice. Esta es mi respuesta: Read the rest of this entry »

  •    Lamentación del bibliófilo cibernauta de habla castellana   

    Me gustan los libros. Además, los necesito para hacer mi trabajo como filósofo, como investigador y como docente universitario. Pero en ocasiones, es difícil encontrar los libros, especialmente si los necesito en castellano.

    En ocasiones, el internet hace realidad su promesa de utopía concreta y me ofrece uno de mis anhelados textos, en un blog, en un foro, en una página de literatura, en una editorial virtual, o en alguno de los demás sitios de intercambio de archivos. En la mayoría de los casos, mi inicial felicidad (“¡Oh, por fin, el texto que tanto busqué!”) se torna oscura exasperación cuando noto que el origen del texto no está debidamente declarado. ¿De qué me puede servir el texto completo de, por ejemplo, la Antígona de Sófocles si no está declarada la edición de la que se tomó el texto ni el nombre del traductor? Read the rest of this entry »

  •    Edward Bellamy: Looking Backward   

    Por estos días retorné para visitar a un viejo pero no muy íntimo amigo mio: Edward Bellamy. Compré mi copia de Looking Backward [Mirando hacia atrás / El año 2000] en abril de 1985, cuando era estudiante de literatura inglesa y cursaba un seminario sobre utopías. Mantengo un positivo pero vago recuerdo de él. Me gustó, pero no sabría decir exactamente porqué. Así que decidí volver a leerlo.

    De inmediato sentí una familiar alegría (¿es “alegría” la palabra correcta? ¿Regocijo?). Bellamy ciertamente era un tipo extraño, un socialista patriótico norteamericano. Read the rest of this entry »