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  •    El estudio universitario por sus propios méritos   

    Christian,

    recientemente oí decir a un rector de universidad, quien con frecuencia dicta conferencias a un público general, menospreciar la idea de que la educación puede ser “vendida” a los estudiantes, con el argumento de que el conocimiento debería ser buscado por sus propios méritos. Aristóteles observó, hace muchos siglos, que “todos los hombres desean por naturaleza saber”. Si esto es verdadero, implica una búsqueda que dura toda una vida, incluso siglos de búsqueda, porque el conocimiento pocas veces, quizá nunca, es perfecto.

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  •    Bogotá y otras grandes ciudades en 3000 años de historia   

    ¿Cuál es la población histórica de una ciudad? Esta pregunta es muy difícil de responder. Por un lado, no es del todo claro qué es una ciudad y por lo tanto cuál es su extensión. Por ejemplo, París no cambió sus límites administrativos desde 1860, cuando tuvo 1.3 millones de habitantes; hoy apenas tiene 2.2 millones, lo mismo que en 1875. Pero el área metropolitana (la “Gran París”) tiene cerca de 12 millones.

    Incluso si se usa un concepto flexible de “ciudad”, para los tiempos históricos los datos son escasos y contradictorios. Así, una pregunta aparentemente ingenua como “¿Cuántos habitantes tuvo Bogotá en la época de Doña Inés de Hinojosa?” se resiste a ser fácilmente resuelta por vía internet; hay que acudir a los clásicos, en este caso Chandler y Fox, 3.000 Years of Urban Growth. Read the rest of this entry »

  •    Tomás Moro y su respuesta a Lutero   

    La fama eterna de Tomás Moro se debe a un más bien breve libro, la Utopía. Es una lectura obligada para los humanistas y forma parte de muchos cánones, oficiales como inoficiales. De la lectura de la Utopía uno podría deducir que Moro se oponía a la pena de muerte, defendía a los pobres y creía que la religión es fuente de armonía social. Pero la Utopía es un libro breve. Mucho más extensos son sus escritos en defensa de lo que consideraba la verdadera religión (la católica). De la lectura de estos textos emerge un Tomás Moro radicalmente diferente. De hecho, algunos de estos escritos le han ganado la no despreciable fama (secreta) de haber escrito el latín más vulgar de la historia de Occidente.

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  •    Sobre la utilidad de los manuales de derecho indiano   

    En estos días estuve leyendo de nuevo El carnero de Rodríguez Freile, conocido por sus jugosas crónicas rojas de los primeros cien años de existencia de las ciudades de Bogotá y Tunja. A la usanza de la época, el autor culpa a “la mujer” y a “la hermosura” de ser la causa de cuanto crimen y desorden haya sucedido. Así, es fácil leer el librito buscando el deleite del escándalo. Pero, como he notado, es útil consultar el Manual de historia del derecho indiano de Antonio Dougnac Rodríguez para refrescar la memoria sobre el significado de los títulos coloniales. Conociendo mejor quién es quién en El carnero, el escándalo es paulatinamente reemplazado por una comprensión más profunda del texto. Veamos. Read the rest of this entry »

  •    Panem et circenses   

    Mi hija tiene un estante lleno de libros y yo tengo un estante lleno de libros, pero no logramos concordar en autores ni en obras. Al menos hasta hace poco, cuando por recomendación de una amiga (¡gracias Carola!) compré el primero de los tres volúmenes de la serie The Hunger Games (Los juegos del hambre) de Suzanne Collins. Estaba en mi mesa, listo para ser empacado como regalo de navidad, cuando decidí ojear las primeras páginas. Unas cuatro horas después había terminado el libro y decidido comprar los otros dos volúmenes. Desde La naranja mecánica no había leído un libro tan inquietante. Read the rest of this entry »

  •    Cronopio con melancolía biográfica   

    En los pasados doce meses he leído más biografías que en toda mi vida anterior. Y he notado un efecto que me sorprende: las biografías me generan una cierta melancolía. Entre ayer y hoy, por ejemplo, he leído dos biografías de Julio Cortázar y no me siento del todo bien. Read the rest of this entry »

  •    Defoe y Swift: Vidas paralelas   

    En la geometría, y dicho de manera poco precisa, se llama “paralelas” a dos líneas rectas cuyas extensiones hacia el infinito no se cruzan en ningún punto. Algo similar se puede afirmar de las vidas de Daniel Defoe y de Jonathan Swift que parecen no haberse cruzado, lo que constituye un hecho lo más de curioso. Read the rest of this entry »

  •    Homenaje al periodismo cultural   

    Parece existir un cierto consenso que el periodismo especializado debe ser escrito por especialistas: el económico por economistas, el político por politólogos, el científico por científicos, la sección de salud por personas saludables y la sección de farándula por vanidosos. ¿Quién debería, entonces, asumir la tarea del periodismo cultural? Read the rest of this entry »

  •    Tres vidas de Francis Bacon   

    El último mes estuve revisando tres biografías sobre Francis Bacon, el filósofo, naturalista y político renacentista inglés del siglo XVII. Bacon, cuya fama universal se basa en el Novum Organon o Indicaciones relativas a la interpretación de la naturaleza, de 1620, fue el primer filósofo de la ciencia moderno; es decir, el primero en tratar de reorganizar todo el conocimiento sobre la naturaleza con base en la observación y el experimento. Pero también fue un importante filósofo moral y abogado, cuya carrera pública lo llevó al más alto cargo civil de su época, la Cancillería del Reino. Bacon, entonces, era un hombre renacentista por excelencia, ciudadano del mundo de las ideas como del mundo de las cuestiones prácticas. Read the rest of this entry »

  •    Mi naranja mecánica   

    Si bien me acuerdo, vi la película de Stanley Kubrick, La naranja mecánica, por primera vez a los 18 años. Debió ser en un ciclo de cine cultural, porque la película había sido estrenada en Londres nueve años antes, causando un escándalo instantáneo. Pero también es posible que la película haya tardado casi un decenio en llegar a Bogotá. En esas épocas, las películas y las traducciones se podían demorar un buen tiempo; ahora, en el nuevo milenio globalizado, sólo las traducciones llegan tarde a la Atenas suramericana, cuyo amor por las antigüedades es conocida.

    En todo caso, la película ya era legendaria cuando por fin llegué a la edad necesaria para verla. Read the rest of this entry »